Amenazas y Realidades

Amenazas y Realidades

El contexto de esta nota no pretende ser académica o analítica, es simplemente una mirada perceptiva e intuitiva, basada en recuerdos ye imágenes de noticias que está en la mente.

Las amenazas a líderes sociales, algunas de las cuales se convierten en crímenes reales, tienen su raíz en el pasado, quizá en las llamadas sociedades secretas que siempre han existido y que actúan como mafias donde se aplica la ley del silencio, es allí donde se decide quien vive, quien muere y se clasifica en quien es realmente peligroso para sus objetivos o se busca mantener un nivel de oposición y protesta popular ¨manejable¨ diezmando o dándole a la cabeza de la serpiente como ellos lo piensan.

Nada es casual en este plan de alcance nacional que tiene antenas en el exterior y es parte de una Red internacional, basta ver las noticias para ver los tentáculos en Colombia, Venezuela, Brasil, Nicaragua, Miami, Ecuador, Bolivia, en una fusión de acciones legales e ilegales con ejércitos en la sombra, manos negras, como se les llama para ocultar sus verdaderos nombres y autores materiales, que nunca caen, porque como toda mafia, se eliminan las cadenas que llevan a ellos, los testigos y hasta los ejecutores de los crímenes, que fueran contactados y enrolados por unos pocos pesos.

Sobre un poster o mapa tiene señalados con alfileres rojos y azules los países y en el caso de Colombia las ciudades o municipios que respondes a una orientación de izquierda ampliada o de derecha cerrada muy conservadora. Su visión es global, estratégica y responde a un Plan anti comunista, sin que siquiera les importe saber que es o quien no es comunista, cualquier personas que se separe de su visón de defensa de la TRADICION, donde la tradición es que ellos tengan el poder, LA FAMILIA, donde la familia son sus familiares en los poderes religiosos, políticos, económicos,  sociales y la PROPIEDAD, donde ellos son los dueños de todo, de acuerdo a este análisis, no es difícil saber quiénes conforman estas sociedades secretas.

Por años han asesinado miles de líderes, más atrás de la masacre de las bananeras o la masacre de las comunidades ancestrales nativas, basta ver o leer la historia de lucha por la defensa del territorio, los miles de anónimos u ocultados líderes que ofrendaron sus vidas y fueron engañados en acuerdos de paz o masacrados frente a sus comunidades para dar ejemplo, aquí no más exhibieron en la Plaza de Bolívar las cabezas de los asesinados para escarmentar, hoy publican las fotos incluso con nuestra ayuda para generar terror e inmovilizar de pánico y paranoia.

Luego de las elecciones presidenciales y antes se generó la nueva oleada producto del detallado conocimiento de los votos reales obtenidos por los llamados sectores alternativos, quienes en el vida real GANARON las elecciones, esas sociedades y sus anillos de protección y apoyo, saben a ciencia cierta y en detalle donde se obtuvo la fuerza y donde ganaron y ganarías las elecciones locales en las próximas contiendas y salieron a asesinar, amenazar, desplazar y diezmar esa fuerza.

Las mafias de años anteriores, que practicaban la vieja mentalidad COLONAL, que también usaron el terror y la muerte robaron a sangre y fuego las tierras hoy defienden con amenazas y crímenes sus robos apoyados por autoridades locales que les son leales y son socios en el ilícito.

Los gamonales que nos habían dicho habían desaparecido, siguen allí con sus ejércitos privados, defendiendo y agrandando sus FEUDOS como siempre han hecho, aprovechan el desorden y también amenazando y matando uno que otro que le es incómodo.

No faltan las luchas territoriales por el poder mafioso de la producción y tráfico de drogas, mafias que luchan por los llamados corredores estratégicos de distribución interna y externa, a la que se unes descompuestas células de frentes guerrilleros y para militares, que también defienden sus corredores ¨estratégicos¨.

A todo esto se suman chantajistas y estafadores, que detrás del miedo van por dinero, que piden a sus amenazados, en medio de este desorden, la inacción del estado se convierte en caldo de cultivo de este variopinto ejercito de amenazantes que se agrupan bajo unas inexistentes ¨Águilas Negras¨, que se riegan por todo el mapa Colombiano y se unen a las muy georreferenciadas ubicaciones de las sociedades secretas, que funcionan de la mano de personas en el poder económico, social, militar etc.

En medio de este panorama quedan los ¨pacifistas¨ que quieren ponerse al margen de estos intereses particulares, pensando en el interés general, sin armas y con débiles, anticuadas y anacrónicas organizaciones populares que solo tiene como norte la problemática inmediata, sin visión, innovación y estrategias de éxito, que les permitan evolucionar, infiltradas y confundidas por agentes que impiden la modernización el cambio, los éxitos reales y la acumulación de poder local.

La verdadera amenaza es la estampida, la dispersión, la paranoia (real) de la militancia de los movimientos alternativos y aún más del voto de opinión. Sin necesidad de amenazas se limita toda acción, actividad, encuentro o movilización ciudadana, lo cual es gravísimo, igual o peor que los crímenes. Es natural que el ser humano asuma esta actitud y esas medidas de auto protección.

Conocedores de estos sistemas que han funcionado por decenas de años, corresponde a los sectores populares y los movimientos alternativos, documentar y comentarse, mapear  los centros de ese poder criminal para tomar acciones preventivas y seguir en la lucha y la construcción de poder real.

Obviamente deben evitar cualquier exposición y riesgo innecesario como acción de supervivencia, salirse de la línea de fuego.

Pero también debemos trabajar en la multiplicación de nuestro acercamiento a las comunidades,  de mantenimiento de nuestro grupos de trabajo, de cambio de las formas de expresión y comunicación, ahondar en la toma de iniciativa, la innovación política e iniciativa política, la creatividad para hacer  más efectivas y menos riesgoso el logro de nuestros objetivos.

Un cambio y una consolidación silenciosa, sin prisa y sin pausa, midiendo nuestros pasos y nuestros logros se hace necesaria, no detener el paso ni cerrar los caminos, bajar el perfil pero aumentar la eficiencia.

Aspiramos con escepticismo que este nuevo gobierno asuma el proceso de paz para todas y todos, garantice los derechos ciudadanos, amplié y respete la democracia, cosa de la que no proviene y que con la acción social podrá exigirse.

Seamos realistas busquemos lo imposible!