Comenzó la Oposición

Lufesco10@hotmail.com 

No se ha obtenido la declaración oficial de la elección presidencial y ya empezó la oposición al próximo presidente de Colombia o a lo que será su gobierno. Y la verdad es que no es de extrañar porque se trata de una conducta esperada, anunciada y no es más que la continuidad de la confrontación política e ideológica de los extremos en contienda, desde hace ya varios lustros, aderezada con algunos actores que se advierten exóticos en las orillas que defienden

Así ocurre con la presencia de los hermanos Galán Pachón en la misma tolda del uribismo o del liberalismo oficialista en esa centro derecha, por una parte. O con la alianza de políticos tradicionales como Benedetti, Barreras, Rodrigo Lara o el equipo de la alcaldesa bogotana en la tolda del cambio y la izquierda que procura extender la cobija para sus nuevos allegados. Se trata de la dinámica de la política o del “voltearepismo” nacional.

Así las cosas, son actores curtidos en la contienda, en términos generales. Y del mismo modo, acontece con las y los ciudadanos que entran al debate en el trabajo, en el hogar o en cualquier otro espacio que se habilite para la contención. Esa es la consecuencia de la democracia. Y aunque algunos se molesten, el debate seguirá y no debería resultar incomodo para ninguna postura, siempre y cuando se evite la violencia que pretendemos superar.

Es apenas normal que exista expectativa frente a lo que viene para Colombia, después de años de amenazas de “castrochavismo”, agendas comunistas supranacionales y demás falsas noticias. Y por lo mismo, es normal que las expectativas se nutran de las declaraciones y mensajes que se emitan o puedan deducir desde Petro y su equipo. Hay temores que deben ser desvirtuados y en ese sentido, el discurso de triunfo del próximo presidente hizo declaraciones muy relevantes frente al modelo económico, el estado de derecho y la paz.

Corresponde actuar con responsabilidad, sentido de la pertinencia y corrección política frente a los actores nacionales y también en el contexto internacional, en el cual se juega un papel y existen obvias consecuencias ineludibles. La parte final de la campaña presidencial demostró que los errores cuestan y el ingeniero cometió errores que le terminaron quitando el triunfo que se anunciaba.

Entonces, errar es de humanos pero ojo a lo que se hace, se dice, se insinúa, se sugiere porque no se puede “meter la pata” o perder el control de la lengua.