La frontera de regreso a Colombia
a eso de las 6 de la tarde, se ve bastante gente regresando al lado Venezolano,
pero no muchas persona llevan mercancías, algunos papel higiénico, otros arroz
o azúcar, hay control a lado y lado de salida e ingreso de productos.
El Taxi que ofrece llevarnos al
Aeropuerto de Cúcuta es Venezolano, de los que ha financiado la Revolución un vehículo
último modelo que podría haber valido unos 3 millones de pesos, pero lleva
varios meses trabajando del lado Colombiano y parece que durara otros más sin
problema, por el asentó parecería que el conducto es Colombiano, al llegar al aeropuerto
de Cúcuta en vuelo esta cancelado por el clima, por problemas con el avión…
estamos en Colombia nuevamente y en realidad lo que hay es un Plan Tortuga.
Días atrás y a pesar de nuestra formación
progresista, ya estábamos cayendo en hacernos un dibujo mental de la situación ¨humanitaria
crítica ¨de los hermanos Venezolanos, pero al cruzar la frontera hacia san
Antonio lo primero que uno encuentra es asaderos de pollos, tiendas llenas de
ropa y podríamos decir de todo, claro, es por ser la frontera pensamos, pero
eso se repite por todas partes.
Nos queda claro que la Guerra Económica
se concentra en los 10 productos sin los que un ciudadano hoy no aceptaría vivir
1. Papel
Higiénico
2. Pañales
Desechables
3. Toallas
Higiénicas
4. Aceite
de cocina
5. Harina
PAN (Venezolana)
6. Arroz
7. Azúcar
8. Crema
Dental
9. Pasta
1. Artículos
de Aseo
La mayoría de las personas que salen
en televisión comprando son personas de los municipios fronterizos que van por
que el cambio a lo mejor sea más conveniente, es raro porque la mayoría de
productos son más caros en Colombia y el cambio es casi 1 a 1 lo que nos
permite hacer el cálculo con facilidad.
En las grandes superficies o
supermercados, se consigue de todo y de grandes marcas, la gente camina por las
calles muy bien vestida, buenos zapatos, pantalones y camisas, con celulares de
gama alta, no falta el Sambil, Sigo, Central Madeirista etc, que tiene grandes
supermercados, llenos de todo tipo de productos, al entrar a uno de estos nos
damos cuenta de que el gran problema de la revolución fue llamarla así, porque
si en algún lado se ve mejor representado el capitalismo es en Venezuela, nadie
quiere producir nada desde hace muchos años se acostumbraron a consumir no a
producir.
La gente quiere que se lo lleven
todo a la puerta, por ejemplo salen a protestar porque el carro del gas no se los deja en la puerta de cada casa, no
porque no haya, un cilindro de 100 libras puede valer 1.000 bolos o pesos; otro
se queja de que no hay leche y cuando le decimos que la vimos en el
supermercado, nos contesta diciéndonos, es que aquí nos acostumbramos fue a
tomar leche en polvo. Estamos acostumbrados a que la crema dental valga $200.
La gente se compara mucho con
Colombia y dice es que allá el sueldo mínimo es de más de 600.000 y aquí de
140.000, pero se aterra cuando le hacemos la conversión:
El Transporte público vale 100 aquí
1.800
Los servicios públicos pueden vale
entre 100 y 200.000, allá unos cuantos bolívares
A muchos venezolanos les ha
pasado que cuando se vienen para Colombia
a intentar trabajar, les toca devolverse porque cuando consiguen trabajo y van
a pagar lo básico, arriendo, servicios, transporte, ya con eso prácticamente se
quedan sin dinero.
A la gente le gusta mucho el licor,
hay Bodegones o Licoreras por todas partes, ciudades y caminos, el trago es muy
barato quizá por ello el gobierno
Venezolano y para proteger a las mujeres y niños obliga que el 60% del ingreso
sea utilizado en comida y canasta básica, allí además los productos son más
baratos, obviamente en estos puntos y con estas tarjetas no se puede adquirir
productos superfluos que la gente quisiera adquirir, por eso dicen ¨es que no
hay nada¨ refiriéndose a los puntos de entrega de víveres, pero si uno mira la
medida están protegidos mujeres y niños evitando que el presupuesto de la casa
se lo tomen en trago. Por lo demás en todos mercados, centros comerciales,
comercios consigues de todo.
El Venezolano no admite la crisis
del petróleo y solo se acuerda de las épocas en que el Bolívar valía, es
nostalgia no les permite mirar el presente y si los lleva a cuestionar el
Gobierno, ¨es que Maduro, no es Chavez¨ sin embargo se ha sostenido 4 años
cuando no le daban ni 6 meses¨, el discurso de los opositores o inconformes no
tiene grandes fundamentos, defienden a los Mendoza y a los privados, repiten un
guion que más parece pre elaborado o dictado, parece que a taxistas y a gente
que entra en contacto con el extranjero le pagaran por decirlo y repetirlo,
porque así uno no esté hablando del tema, de inmediato se lo plantean.
La desigualdad económica y social
es muy visible, hay gente muy rica, con casas y carros muy lujosos, en los
aeropuertos hay muchas chárter y aviones privados, uno podría decir que no se
tota que los privilegios se hayan reducido mucho, simplemente que el gobierno
se ha concentrado en garantizar lo básico a la gente más vulnerada.
En el Hotel nos dicen que hoy no hay
pan, mañana que no hay leche y pasado que no hay huevos, cuando uno pregunta porque?
Inicialmente le dicen que por la situación, pero cuando uno ya profundiza y les
dice, ayer vimos todo eso en los supermercados, nos cambian la respuesta a; es
que el proveedor no llego, se ha acostumbrado el Venezolano a echarle la culpa
de su falta de emprendimiento y su acomodamiento, al gobierno y a la situación.
Valiendo el Bus $100 la gente no
camina nio 2 cuadras y advierten a toda hora que caminar es inseguro, pero esta
percepción ni se parece a la que pudiéramos tener en Colombia, puede haber
zonas y horas peligrosos, pero para uno ya es normal saberse mover en la ciudad
y no dar papaya.
El Gobierno avanza en la siembra
de productos agrícolas en un territorio que nadie le interesa cultivar y
asegura su distribución, el bachaqueo y acaparamientro asestaron, un fuerte golpe a la economía, pero en un
campo fértil que es el del facilismo venezolano.
Mantener el camino de la revolución
será difícil, aunque en el 4 aniversario de la Siembra de Hugo Chavez se veía mucha
militancia animada y sentida, pero esas bases partidistas no están llegando al pueblo,
hay un cierto temor a decir soy chavista, a organizar, a debatir, mientras la
derecha magnifica cualquier error va llevando a la población a la desesperanza
y la impotencia.
Si la revolución Venezolana
quiere continuar, deberá, no hacer tanto énfasis en la palabra como en los
hechos, si eta en una guerra económica deberá volcar todo su ejército a
combatirla, combatiendo antes la corrupción en sus filas, el cobro de coimas
para violar las regulaciones y el tráfico de influencias para pasar de agache
en violaciones de las leyes de protección económica. La militancia debe bajarse de los símbolos y
ponerse la camiseta del trabajo de formación y clarificación de la guerra mediática,
no reemplazar al pueblo, sino guiarlo, formarlo, mostrarle las ventajas y
beneficios que obtiene la gente común, antes de que llegue la derecha y acabe
el pequeñísimo porcentaje de revolución mal presentada. Tendrá el Chavismo que
mostrar que la idea de Chavez sigue viva y contar con suerte para ganar la
guerra económica, mientras tanto la derecha seguirá su labor de desgaste
diario, aunque nunca Veremos a Los Capriles, las Marías Corinas protestando
frente al SAMBIL si está en riesgo un proceso que van ganando con el coordinado
apoyo mediático desde Colombia y USA.
Dimos una vueltica por Venezuela
que nos reafirmó las ideas, no hay en Venezuela una Revolución Comunista, pero
si hay una guerra económica de mafias derechistas.
Venezuela lucha por la equidad, la derecha por robar y desestabilizar para llegar al poder y saquearla como hacen en Argentina, Brasil, Paraguay, Colombia y España, debemos ser solidarios.
ResponderEliminarHaber sin hablar de tendencias de izquierda o derecha, sin decir que haya conspiraciones económicas de grupos no se qué orquestados por la oligarquía Colombiana, independientemente de eso, yo miro el sustrato, la tesis del escrito, si somos progresistas, el cambio es de nosotros mismos, de actitud, no sabía que había tanta desidia y facilismo del venezolano. Eso no es progresista.
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