Viendo la estrategia de estigmatizar líderes
latinoamericanos, opositores o de izquierda, no le extraña a uno que el Centro democrático
ante las críticas de Claudia López hayan dicho: viene grita y se va! Ese es el método,
estudiar al personaje y ¨buscarle el quiebre¨, el caso Nicolas Maduro es el más
visible, decenas de personas y medios atentos a cualquier error verbal a
cualquier desliz para cobrárselo y hacerlo pasar de ser el más reconocido
canciller y llevarlo a ser dizque el presidente burro.
Petro a pesar de ser un hombre caribe, lo que se refleja en
su visión del mundo y de Colombia, es un hombre parco y callado, con el talante
propio de un intelectual ensimismado por lo reflexivo; de alguna parte tienen
que salir sus grandes ideas que hay si lo convierten en un tribuno, eso sale de
esa permanente reflexión; Petro no es un
hombre preocupado por su imagen, más bien un poco desgarbado, mal
sentado, que hasta rechazó hacer el curso de sonrisa y muy pocos asesores han
logrado que atienda pequeños tips. Arrogante le llaman a una actitud que no se
va por lo superfluo o lo no se deja caer en la levedad.
Cuando se le habla a Petro pareciera que no escucha porque
no es visual, pero es una esponja con grabadora, está concentrado, está
incorporando lo que cree es importante, así arma si ideario y su discurso;
habla a pesar de su aparente muro emocional con muchas personas, es un hombre
que devora libros y grandes autores; es un man contemporáneo y con las ideas
muy claras.
Esa imagen Petrea en el fondo le ha servido para mantener la
confianza puesta en su valor a millones de personas que creen en su
transparencia, compromiso y en una humanidad que la expresa no abrasando sino
haciendo; es un tipo terco, como es o debe ser todo aquel que crea tener la razón;
habrá que analizar con lupa si su fuerte personalidad ha chocado con otros egos
iguales o más fuertes; hay que tener en cuenta que extrañamente en Colombia
pareciera que no hay cama para tanta gente; se asesina candidatos
presidenciales para que otro gane, se limpia el territorio para que no haya otros
partidos, si hay un Pibe no puede haber un James, o si hay un James no puede
haber un Falcao, se nos quedó el Virreinato.
Gustavo es líder y basta con que diga una palabra para que
se muevan cientos de personas y por ello es tratado como busca pleitos, habla
con seguridad y eso en Colombia es visto como actitud pendenciera, pisa cayos
con argumentos, su seguridad puede llegar a generar polémica y enemistad; pero él
está seguro de su verdad o de su error, es un estratega y los estrategas son
tercos, otro seria nuestro destino si como el escucha nosotros lo escucháramos,
no de una manera servil, sino captando la idea, ampliándola, desarrollándola, llevándola
al práctica.
No es un principito ni es un dictador, es obviamente una
persona difícil de comprender, hay que profundizar, hay que entenderle, Petro tiene
un soporte intelectual, moral y operativo; fue en Bogotá el paradigma del
humanismo, el ambientalismo y la inclusión, del inversión social y de la política del amor. Él no se
pone por encima de los demás, son los demás los que le dan su puesto y algunos después
se quejan de habérselo dado, es un hombre polémico y vehemente, un hombre igual
a los demás pero igual desde la excelencia, allá hay que subir a plantear y a
hablar, con el mismo juicio, documentación, argumentación y preparación, de tú
a tú desde arriba; quizá eso es lo que le pide de los demás miles de líderes
que necesita el Progresismo y la Nación. No es criticando a Petro o a su liderazgo,
es igualándolo o superándolo.
Genio y figura, así como se decía en el pasado, actitud que
se confunde con mal genio; somos Progresistas aunque Petro se ponga o no se ponga
bravo; lo reconocemos como un gran líder y buscamos formarnos y formar líderes
iguales o superiores, pero no para competir con él, sino para abrir y
consolidar espacios de trabajo donde se requieran hombres y mujeres valientes,
que soporten 30 años de persecución y aun así, quieran seguir construyendo una Colombia más
humana, bravo Petro como el pueblo bravo y manso como los toros mansos que protegió
en la Plaza de Todos, el pueblo y sus líderes son bravos cuando se les torea su
mansedumbre; que no es silencio, ni derrota, que es nobleza como la del porro,
que es de fiesta y nostalgia al mismo tiempo; somos Progresistas también nobles,
hijos y padres de la paz, pero no de la derrota ¡ Somos bravos Progresistas por
que nacimos de los vientos que sembraron y mientras quede uno o una deberá ser
tanto o más bravo que Petro! Bravo Petro Presidente ¡
Edilberto Guerrero Ramos
Co fundador
Progresistas
Edilberto Guerrero Ramos
Co fundador
Progresistas
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